Piernas: Celulitis edematosa

La celulitis edematosa se puede decir que es el tipo más grave de celulitis que hay y la más complicada de tratar, ya que viene derivada de un mal funcionamiento del sistema linfático y circulatorio, junto a otros factores que la agravan como por ejemplo el llevar una vida sedentaria y una alimentación rica en sodio y carbohidratos, entre otros.

 

 

El sistema linfático es paralelo al sistema circulatorio, pero a diferencia de éste que cuenta con el corazón para bombear la sangre, carece de "un motor" que lo haga trabajar de forma independiente, por ello se aprovecha de los movimientos que se producen al circular la sangre para impulsarse y funcionar, transportando los líquidos y toxinas que se generan en nuestro cuerpo. En pocas palabras el sistema linfático puede considerarse como "la cloaca del organismo".

Cuando la circulación sanguínea presenta deficiencias, el sistema linfático automáticamente se ve afectado, ya que al no recibir el impulso necesario para poder funcionar correctamente, el transporte de líquidos y toxinas se va volviendo cada vez más lento, produciendo lo que conocemos como retención de líquidos. Estas sustancias de desecho, al no poder ser eliminadas por vías naturales, se van espesando y estancando en los tejidos hasta formar la celulitis.

 

La celulitis edematosa suele localizarse exclusivamente en las extremidades inferiores, las cuales presentan un aspecto "acolchado" e hinchado. Suele apreciarse a simple vista, ya que la presencia de "piel de naranja" es de forma generalizada; las piernas son gruesas y de forma recta, nada torneadas.

 

 

 

Si bien es un tipo de celulitis más difícil de tratar, podemos conseguir mejorar su aspecto si nos centramos en actuar directamente sobre los focos que la causan.

Para empezar eliminaremos carbohidratos de nuestra dieta y reduciremos la sal al mínimo. También es muy importante practicar ejercicio de tipo cardiovascular o caminar un buen rato a paso ligero todos los días...con ello mejoraremos la circulación sanguínea y por lo tanto, activaremos la linfática.

 

En estética, podemos tratarla con drenajes linfáticos realizados con cierta constancia y/o con Presoterapia, de cara a activar la ciculación tanto sanguínea como linfática; conseguiremos que las piernas se vayan desinchando mejorando su aspecto, y que la celulitis vaya desapareciendo, evitando también que se siga formando.

Para conseguir unos resultados más llamativos, dichos tratamientos pueden combinarse con los masajes con cañas de bambú, que son muy drenantes y remodelantes, previa aplicación de una sinergia de aceites esenciales entre los que destacaría el de Abedul, al ser un potente eliminador de líquidos retenidos.