lunes, 23 de abril de 2012

Sándalo Mysore: Adiós a las ojeras, bolsas, párpados caídos y arrugas

El sándalo (Santalum Album) es un pequeño árbol de tronco gris parduzco, originario de la India si bien se cultiva en otros países como Australia o Sudáfrica. El sándalo que crece en la región de Mysore, en el sur de la India, se tala cuando el árbol ha sobrepasado los 45 años de edad ya que en ese país es una especie sagrada y por lo tanto protegida, no permitiéndose su tala a una edad inferior. Para extraer el aceite esencial de sándalo mysore se destila el corazón de la madera.

El sándalo que crece en otros países lo talan con menos de 30 años de edad y tanto por esto como por otros motivos, las calidades y propiedades nunca serán las mismas que el sándalo Mysore; algo curioso es que cuanto más añejo sea el árbol mejores resultados se obtendrán de cara a los tratamientos anti-envejecimiento. Este aceite esencial es el más poderoso alisador y rellenador de arrugas que existe, pero como digo siempre y más me ratifico en este caso en particular, es mejor ponerse en manos de un profesional de la aromaterapia pues aunque los aceites esenciales provengan de plantas y árboles, tienen sus contraindicaciones en embarazo, lactancia, patologías, etc. y no pueden ser utilizados directamente en la piel ni ingeridos a no ser que lo prescriba un profesional.

Hay muchos tipos de sándalos pero sin duda este es el mejor de todos y también el de precio más elevado; esto se debe a la escasa producción por las limitadas talas. Pero también hay que decir que son muy poquitas gotas las que se necesitan por ejemplo para hacer un lifting facial, con 3 gotas serían suficientes y el resultado asombroso! Cabe destacar la importancia de otros aceites esenciales que acompañen al aceite esencial de sándalo Mysore, para que los resultados sean todavía más espectaculares.

Y ya que estoy puesta os contaré una anécdota o más bien un complejo que tenía de hace años y es que tenía muchas bolsas, ojeras y el párpado caído....tal era el complejo que un buen día me fui a la consulta de un conocido cirujano plástico barcelonés de manos maravillosas, para que me hiciera presupuesto para realizarme una blefaroplastia. Según el Doctor "no era para tanto" lo de mis bolsas, pero la piel de uno de mis párpados sí estaba cayendo de más y estaba envejeciendo mi mirada. Salí de la consulta contenta y dispuesta a operarme pasaados unos meses, pero al final por temas personales no pudo ser y que tuve que conformar con mi pack ocular hasta que mi profesora Raquel Gimeno me presentó esta opción para los ojos, que ya no me la he dejado de poner.

Ahora miro fotos en las cuales tenía el párpado completamente caído y las comparo en vivo con mis clientas para que vean que sí que funciona y la rapidez con la que actúa con tanta efectividad, algo que parece hasta increible.

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